Destino

Nunca imaginé que algún día mi propio conocimiento me aprisionaría en un camino hacia el amor verdadero, hacia la búsqueda de la mujer con la que podría pasar el resto de mi vida. Pero, aparentemente, esto es lo que pasó.

Al seguir un estilo de vida más espiritual y edificante, terminé encontrando el mayor desafío, que es aceptar esa verdad con un corazón abierto, en el lugar menos esperado que alguna vez pensé: una pequeña ciudad en la región del Báltico, llamada Vilnius.

Ahí es donde la encontraría, la mujer que capturó mi alma de manera fuerte a través de los ojos más cautivadores que jamás haya visto.

En esta historia hay un camino de autodescubrimiento, pero también de descubrimiento de dos almas gemelas. Y sólo el libre albedrío podría decir qué haría cada uno con la experiencia de presenciar la confrontación de las similitudes, miedos y diferencias que se reflejan unos en otros.

¿Estábamos destinados a vivir para lograr un objetivo común o simplemente hacernos daño a nosotros mismos?

¿Estábamos destinados a estar juntos para siempre o simplemente experimentar el amor por un tiempo?

¿Era el sexo lo mejor que podíamos ofrecernos unos a otros o había mucho más más allá de eso?

Supongo que algún día podremos recordar lo que pasó y responder estas preguntas con más claridad.

Por ahora no puedo decir que no haya sido, cuanto menos, intenso.