Ingrese a la matriz

El desarrollo espiritual ocurre desde dentro de una persona y exige el despertar de la conciencia de vida. Esta conciencia parte de una dualidad, en la que no nos permitimos quedarnos permanentemente en uno de los dos polos, como suelen hacer muchas personas, engañadas por la materialidad. En otras palabras, sólo podemos ascender más allá de la esfera material de la vida cuando tomamos conciencia tanto de lo bueno como de lo malo que la vida tiene para ofrecer, pero también de la relación entre ambos en nuestro crecimiento.

Hay muchos caminos posibles para alcanzar esa conciencia, pero exigen el reconocimiento de la vacuidad y el desapego del ego. Esto se puede ejercer con una meditación adecuada y una existencia consciente.

A medida que la perspectiva sobre la vida aumenta en percepciones y conciencia, también se acepta la dualidad interna. En este universo, el individuo es a la vez receptor y buscador, pasivo y activo, inquieto y reconfortado, porque puede ver el mundo físico tal como es y negarlo al mismo tiempo.