Dificultades de aprendizaje

Durante muchos años, he analizado docenas de libros de diversas fuentes. Comencé leyendo muchas de las ediciones literarias que prometían resultados inmediatos, en su mayoría de autores con experiencia en psicología, que ofrecían métodos de memorización y técnicas de concentración, pero nada parecía funcionar.

No funcionaron porque se basaban en el sentido común, como estudiar en lugares tranquilos y bien iluminados, y también porque, en gran medida, exponían modelos científicos de enfoque originados en la misma irracionalidad social que estaba creando estudiantes con dificultades de aprendizaje.

En una sociedad que consideraba la necesidad de la concentración como principio fundamental y diferencial en la capacidad de aprender, todo lo que se presentaba sobre el aprendizaje seguía el fortalecimiento de esa misma falacia social.

Los trabajos sobre Discapacidades de Aprendizaje disponibles sobre el tema del aprendizaje aparecieron y parecen no considerar lo que para la sociedad en general no es real: el aprendizaje como una aprehensión mental y emocional de la realidad. Se promueve en nuestra mente una retención forzada de la realidad, como si fuera posible aprender lo que no se puede comprender, experimentar o aplicar con autonomía.